Envases comestibles o cómo transformar un residuo en un plato de gusto

El plástico es un aliado de la sociedad de consumo, pero también un enemigo que amenaza la vida de cientos de miles de especies silvestres en todo el planeta. En la actualidad, la cantidad de plástico que usamos es desorbitada, desde la botella de leche que usamos cada mañana a la pasta dentífrica con la que nos lavamos los dientes, los plásticos logran camuflarse en todo tipo de productos y objetos hasta llegar a nuestros espacios naturales, provocando graves daños en el medio ambiente.

Un año después de la retirada de las bolsas ligeras del mercado, la nueva ley de residuos 7/2022, de 8 de abril, viene a dar una nueva vuelta de tuerca más en la lucha contra la contaminación de plásticos con el veto a la comercialización de una serie de productos de un solo uso: vasos de plástico, cubiertos, platos, pajitas, etc. Esto ha provocado la reacción de la industria alimentaria que ha encontrado en los envases comestibles una alternativa al plástico.

“El reto es convencer al consumidor de comer algo que habitualmente tiramos”, asegura Prachi Patel en un artículo reciente en revista Chemical & Engineering News (C&EN). Los envases comestibles vienen a demostrar que con determinación e ingenio es posible introducir en el mercado modelos de consumo más respetuosos con el medio ambiente aportando valores positivos y nutricionales. A continuación, os dejamos una lista de iniciativas para combatir el uso excesivo de los envases de plástico de forma original y divertida:

Ooho, las nuevas “botellas” de agua

Esta revolucionaria idea de envase sostenible llegaba de la mano de la startup Notpla durante la Maratón de Londres de 2019. A los corredores, en vez de convencionales botellas de agua se les ofrecieron estas cápsulas comestibles. Fabricadas a partir de algas marinas, son completamente insípidas, y aunque la ingesta es completamente segura, si decide desecharse no hay problema, ya que son biodegradables y su descomposición lleva de 4 a 6 semanas.

Como informa la propia empresa, “gracias a Ooho, se han conseguido sustituir alrededor de 500.000 envases de plástico en eventos internacionales como fue la Maratón de Londres”. Se remplazaba de esta manera la estampa habitual del suelo cubierto de botellas de plástico, por una calle limpia y sin residuos.

Origen del nombre de la marca, el Notpla es el material creado por esta empresa a base de algas marinas y plantas que desaparecen de forma natural en semanas, y con el que producen todos los envases que comercializan.

El complemento perfecto para tu bebida, pajitas comestibles

Se acabó el elegir el color de la pajita para acompañar tu cocktail. Han llegado las pajitas comestibles para quedarse.

Emprendedor español en este campo, Sorbos se convertía en pionero de una ingeniosa idea para reducir residuos plásticos, convertir las pajitas en parte de la experiencia gastronómica, contribuyendo también así a los propósitos medioambientales. Estos dos propósitos los fusionan en lo que ellos llaman Eco-tasting una forma única de contribuir al planeta y crear experiencias al mismo tiempo.

Definen su propuesta como “un pequeño gesto por el planeta”, pero los beneficios que presenta Sorbos son numerosos. Estas pajitas producidas en Barcelona, además de ser comestibles, tienen diferentes sabores, duran hasta 40 minutos en bebidas frías, no tienen alérgenos, son biodegradables y zero waste, y el sabor no migra de la pajita a la bebida, al igual que el color.

BIO2COAT, recubrimientos 100% naturales

Investigadores de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) han desarrollado este recubrimiento comestible 100% natural para proteger los alimentos. Se trata de una cobertura que se aplica directamente sobre la superficie del producto con el objetivo de reducir su pérdida de masa y protegerlos del oxígeno y la humedad, para conservarlos así durante un mayor tiempo. Consigue además mejorar el aspecto visual de los alimentos, evitando el ataque de hongos.

El filme que funciona como cobertura está compuesto a base de alimentos excedentes como verduras, hortalizas, frutas o tubérculos. Bio2Coat consigue así no solo eliminar la generación de residuos, sino reducir el desperdicio alimentario.

Esta compañía catalana también trabaja en la fabricación de envases que sean comestibles y aporten aroma o sabor al producto que contienen. Un ejemplo de ello son la prueba piloto de envases de cereales que incluyen un concentrado de cacao que se disuelve al ponerlo en la leche.

Una nueva manera de beber café con Cupffee

El no pedir la tapita con el café para llevar ya no será suficiente para contribuir a reducir nuestro uso del plástico, ahora podemos ir un paso más allá gracias a iniciativas como la de Cupffee.

Esta empresa búlgara nació en 2014 y empezó a fabricar originales tazas de café comestibles y biodegradables en 2018. Con marcas como HyM, Lidl, Lavazza o National Geographic dentro de su lista de clientes, Cupffee ha conseguido hacerse un nombre en la industria del packaging sostenible.

Miroslav Zapryanov, fundador y CEO de Cupffee, es consciente del impacto que estas iniciativas pueden generar, por eso afirma que “el problema que estamos abordando es enorme, pero también lo es la oportunidad de marcar la diferencia, una taza cada vez”.

Sus tazas están hechas con ingredientes de origen natural, ganándose el sello de 100% veganas. Además, cuentan con un soporte de cartón reciclable que podrás customizar a tu manera, un factor muy atractivo para las empresas que decidan sumarse a una metodología sostenible.

Con una gran resistencia térmica y a la humedad, Cupffee no gotea durante todo un día y soporta temperaturas de hasta 85ºC, esto no alterará el efecto crunchy de la taza, que aguanta 40 minutos. Si tienes hambre, ya no te hará falta ni la galletita, podrás comerte el envase al terminar.

DOEAT y su papel comestible

Esta empresa belga nacía del compromiso de dos estudiantes, Thibaut Quilquin y Hélène Hoyois, que para su proyecto final de carrera decidían probar con un packaging comestible. Los jóvenes elaboraron una fórmula a partir de almidón de patata y agua que utilizaron para el material de sus envases y papeles comestibles.

La gama de productos que comercializan es amplia, y abarca desde envoltorios para bocadillos hasta bolsas de comida para llevar. Pensados para todo el mundo, estos envases son aptos para celíacos y vegetarianos y tienen un sabor neutro. Al igual que el resto de las iniciativas que hemos comentado, al estar fabricados con elementos naturales, son biodegradables, por lo que su descomposición sigue un ciclo natural y de cero residuos.

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